Cómo desmaquillar la piel

¡Hola a todos! Esta semana me gustaría hablaros de una parte esencial de nuestra rutina de cuidado facial: el desmaquillado de la piel.

Una piel bien desmaquillada nos ayudará a mantener los poros libres de suciedad, lo cual permitirá que la piel se regenere adecuadamente. La limpieza diaria empieza por la mañana para eliminar los restos de células muertas que se puedan haber acumulado a lo largo de la noche. Debemos usar siempre productos específicos: un gel o espuma si tenemos una piel más bien grasa o mixta, una limpiadora y tónico si queremos algo más suave. Una vez realizado este paso podremos aplicar nuestros tratamientos de día y maquillaje.

Al final de la jornada es cuando llega el momento del desmaquillado. Este paso deberemos realizarlo siempre, incluso cuando no nos hemos maquillado, ya que la piel está expuesta a muchos factores ambientales y contaminación.

Si llevas maquillaje deberás empezar por desmaquillar los ojos con algún producto de base aceitosa, especialmente si llevas una máscara de pestañas resistente al agua. Retira el maquillaje de la forma más delicada posible, pues la piel de los ojos es muy frágil y si todos los días realizamos movimientos que favorezcan las arrugas, estas podrán aparecer antes de lo deseado. Lo mejor es dejar el algodón empapado unos instantes sobre el párpado sin moverlo y luego empezar a hacer movimientos muy suaves para retirar el maquillaje.

Una vez desmaquillados los ojos pasaremos al resto de la cara. Lo mejor es utilizar una leche limpiadora. Utilizaremos la cantidad necesaria sobre un algodón (o directamente sobre la piel, depende de lo espeso que sea el producto) y empezaremos a retirar el maquillaje a través de movimientos circulares. Recuerda siempre que los movimientos deberán ser en sentido ascendente y hacia atrás, es decir hacia las orejas. Utiliza la cantidad de producto que necesites hasta que la piel del rostro esté completamente limpia.

Ahora, para asegurarnos de que no queda ni rastro de suciedad en el rostro completaremos la limpieza con un tónico. Aplica una pequeña cantidad sobre el algodón y pásalo delicadamente; ahora tu piel estará completamente limpia.

A continuación puedes empezar a usar los productos de tratamiento de noche que utilices, sérum, crema de noche, contorno de ojos, etc.

Aunque en este post hemos hablado de leche limpiadora y tónico, puedes adaptar los productos a tus necesidades. Por ejemplo, si no llevas los ojos maquilados no hará falta utilizar un desmaquillante de ojos, y bastará con el que uses para el resto del rostro. Además, también puedes sustituir la leche limpiadora y tónico por agua micelar, desmaquillantes 2 en 1 o toallitas desmaquillantes. Sin embargo, yo personalmente prefiero la leche y el tónico porque aunque se tarde más su limpieza es más profunda. Las toallitas desmaquillantes las suelo llevar para los días que voy al gimnasio porque son más rápidas de usar.

Lo hagas como lo hagas recuerda que es muy importante retirar cada noche el maquillaje que lleves durante el día, ya que si no lo haces los poros quedarán obstruidos y la piel no respirará.

En este vídeo os muestro cómo me desmaquillo la piel, dentro de mi rutina de cuidado de noche:

Mima tu piel cada día. Estoy segura de que notarás la diferencia.

¡Hasta la próxima!